Ni siquiera miraba la carta, lo abre traído al lugar indicado? (pensaba), y jugo.., ha mira! jugo de freijoha, el sonrió, pero igual no dijo nada, en ese instante la mirada de ambos atendieron a la pregunta, ¿desean ordenar?, si dijo amablemente ella.
Deslizando la mirada desde los ojos de quien los atendía, surcando paso su vista por Cristina, llegando a su mano que deslizo sobre la carta, deteniéndose casi al final, subrayando con la punta de los dedos, un crepe de palmitos de cangrejo!.. y una limonada, aunque era como si lo que dijese, era, que ya sabia lo que quería y gustaría para si, mirándola por un instante fijamente …, en sus palabras quedaba plasmada su intención de escogerla a ella, quien con alivio volvió a su pensamiento inicial,
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