viernes, julio 01, 2005

El Comienzo


Empresario… Un cúmulo de sentimientos, realidades y deseos a un centímetro de los sueños.

La experiencia me ha hecho entender que como empresario soy dueño de la realidad y por lo mismo dueño del futuro. Un futuro en el que mis decisiones impactan tanto la realidad propia como ajena. Que como emprendedores somos constructores incansables de capacidades personales que se convertirán en realidades empresariales, observadores del mundo, oidores de oportunidades, gestores que movilizan pasiones en momentos de tristeza. Responsables únicos.

Claro, todo esto es bajo mi propia percepción y vivencia, donde siento que emprender es un trabajo solitario como la vida misma, que apenas comienza, donde nadie está a tu lado pero todos están a tu alrededor. Donde día a día mides tus capacidades con el entorno y tomas un riesgo tan alto que se convierte en tu sentido de vida. Donde hay que entrenarte día a día para encontrar la mejor respuesta en cada momento, respuesta que quizás no aplique al momento siguiente, o quizás sea la equivocada, pero es asumir el riesgo de tomarla y vivirla.

No puedo llamarme emprendedor por tomar una decisión. No puedo llamarme emprendedor por timbrar unas tarjetas o ponerle un nombre a mi empresa. No puedo llamarme emprendedor por ser parte de parquesoft, ni siquiera por trabajar incansables horas en una idea o un proyecto. Pero si es un buen comienzo. Y cuando esto se repite a diario, acompañado de un sueño al que la gran mayoría podrían tildar de loco, estúpido, o simplemente platónico, comienzo a darme cuenta que soy diferente a muchos pero tan semejante a ustedes, igual de inconformes por la realidad, igual de confundidos, igual de solitarios.

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